Tirar.

(De or. inc.). Tiene tantas acepciones como percepciones tengo yo de mi alrededor en función de cómo me despierto, de ahí que no pueda indicar bien cual es la etimología del término.

Una vez terminada la pedantería, voy a lo que he venido que es a hablaros de algo que llevaba tiempo sabiendo pero que no era consciente de lo importante que era en mi día a día. Tirar, ya sea de una puerta, del carro, de la manta, de tópicos y así hasta terminar con la lista de diferentes usos del verbo.

Llevo tirando desde que tengo uso de razón. En casa siendo el mayor de 7 y cargando con una serie de responsabilidades que llegaron impuestas y contra las que, por desconocimiento de otras situaciones familiares, no pude luchar sino adaptarme a ellas y aceptarlas, tirando de ellas.

Tirando de puertas que cada uno debería abrirse y olvidar el terrible concepto de la caballerosidad, de ser un gentleman.

Tirando de tópicos para definir lo que tengo alrededor en vez de describirlo como me nacía de manera visceral.

Tirando del carro del Proyecto Runnife.

Y así podría seguir hasta lograr que os durmáis con mis desvaríos. ¿Qué ha sucedido? He corrido esta semana en dos días cerca de 30 kilómetros y me he sentido totalmente ligero, desconectado de esa sensación de ser un percherón.

Me asomé en cada una de las salidas a correr a los miradores que los ascensos y la propia vida me están regalando  y encontré que no me daba respiro a mí mismo. Que no daba opción a tomar esa bocanada de aire fresco que siempre recomiendo a los que tengo cerca y es que ya sabéis aquello de en casa de herrero… y vi que no quería ser ese que decía una cosa pero a sí mismo se hacía otra.

¿En qué momento se me considera encargado de lo que hacen o dejan de hacer mis hermanos en casa? ¿Por qué decido que soy el encargado de hacerme cargo de una relación de pareja? ¿Quién soy yo para pensar que tengo que empujar a nadie a ir a mi ritmo ascendiendo al Mombacho? ¿Para qué he intentado convencerme de que me tiene que ir la vida en sacar adelante Runnife y lo que conlleva?

Soy mi propio castigo y he intentado culpar de esto a mis padres toda mi vida cuando ellos “sólo” han hecho lo que han considerado que era bueno para mí en función de ellos pero no me he encargado de tomar las riendas en serio de lo que es mi vida. Qué sencillo es culpar al que tienes al lado en vez de tener los cojones de decir, tío, lo que eres es un idiota con miedo. Y es que me he dado cuenta de que tengo un único miedo en este mundo. Tengo miedo de mí mismo. De no sentirme a gusto con lo que hago o de no ser capaz de disfrutar de todo lo que quiero disfrutar.

Es tan grande el peso que vuelco en ello que directamente ni disfruto totalmente de lo que tengo. Chema me dijo hace unas semanas que soy de las personas que conoce que más rápido se adapta y se construye en función de las cosas que va aprendiendo y hace dos días que me lo estoy tomando a pecho, lo de aprender a no tirar.

887360_10208293533595098_7291496969910879817_o

Puedo decir con calma que me siento libre de cargas o directamente de tener la sensación que lo que manejo es una carga y no algo que vivir o disfrutar. No cargo con mi relación, ni con mi familia, no cargo con mis amigos y con su felicidad. No soy nadie. Literalmente. Sólo soy Juan y no puedo con todo y no voy a destrozar mi vida intentando hacerme creer que puedo con todo sólo porque hasta ahora lo haya logrado.

Y para celebrarlo, mañana me voy a correr otros 10k, el sábado para preparar la carrera con Coco Mango cerca de 16 y el domingo más. Tengo que dar las gracias a quien me recomendara leer a Murakami y es que su De qué hablo cuando hablo de correr está siendo una genial referencia.